El 12 de Enero de 2010 Haití, uno de los países más frágiles de la tierra, sufrió un devastador terremoto afectando a más de un millón y medio de personas que perdieron su vivienda.
El proyecto promovido por la ONGD Bomberos en Acción pretende dar una respuesta temporal de refugios, pero a la vez resistente a los terremotos, huracanes y tormentas tropicales a los que se ve sometido el país frecuentemente.
El escombro, aún presente por todas las calles de las zonas afectadas por el terremoto, es la base del sistema constructivo; éste se recoge y tritura para llenar los sacos que se van apilando trabados para conformar los muros que alcanzan un peso y resistencia al viento mucho más elevado que otros materiales como la madera utilizados habitualmente en este tipo de construcciones. El techo se realiza con vigas de madera y chapa galvanizada ondulada recubierta con hojas de cocotero trenzadas para garantizar un mayor aislamiento de las altas temperaturas. Cada refugio dispone de unos 18 metros cuadrados, divididos en dos estancias, una para dormir y otra para las cuestiones cotidianas.
El hecho de utilizar materiales del propio país y la sencillez de la construcción para la que no es necesaria mano de obra cualificada, facilita una rápida construcción que puede ser llevada a cabo por los propios haitianos fomentando así el desarrollo local.